Para empezar este artículo sobre las radioemisoras sin registro de frecuencia o radios piratas, empecemos por ver lo que señala nuestra Constitución.
El Artículo 2, numeral 4, de la Constitución Política del Perú, señala
que toda persona tiene derecho a las libertades de información, opinión,
expresión y difusión del pensamiento mediante la palabra oral o escrita o la
imagen, por cualquier medio de comunicación social, sin previa autorización ni
censura ni impedimento algunos, bajo las responsabilidades de ley.
De igual forma en este mismo artículo 2 de nuestra carta magna se señala
algo interesante: “Es delito toda acción que suspende o clausura algún órgano
de expresión o le impide circular libremente. Los derechos de informar y opinar
comprenden los de fundar medios de comunicación”.
Nuestra Constitución, es puntual y precisa con respecto al derecho a la
libertad de información, y detalla que es un delito clausurar algún órgano de
expresión. La pregunta, ¿las radioemisoras sin registro de frecuencia, o radios
piratas son órganos de expresión?
HISTORIA SOBRE LAS
RADIOS PIRATAS
Hagamos un poco de historia respecto a las radios piratas. La
"piratería" en la radio comenzó con la llegada de la regulación del
espacio público radiofónico en Estados Unidos. Originalmente, la radio era un
campo abierto tanto para el empleo del tiempo libre de aquellos que tenían por
hobby su uso como para la experimentación de inventores y científicos. Es el
caso de personajes como Nikola Tesla, Lee De Forest o Thomas Edison.
La armada de los Estados Unidos comenzó a usar la radio en la Costa Este
hacia la década de 1890. Pronto comenzó a cuestionar el uso que los amateurs
daban a las señales, que interrumpían o interferían con las suyas propias. Con
el tiempo, la preocupación de las autoridades por la posibilidad de que
individuos privados pudieran entrometerse en el uso militar de la radio
desembocó en su regulación. Se aprobó una ley regulando la comunicación por
radio ("Act to Regulate Radio Communication") el 13 de agosto de
1912. Ésta no prohibía la emisión por parte de amateurs y experimentadores,
sino que les asignaba su propia frecuencia y un indicativo.
Al regular el espacio radiofónico público, el Presidente Norteamericano William
Howard Taft provocó la aparición también de toda una serie de emisiones
ilícitas. La consecuencia de esto fue la creación de la Comisión Federal de
Comunicaciones, creada para velar por el cumplimiento de la regulación sobre
indicativos, frecuencias asignadas, licencias y la emisión de contenidos
aceptables. La Ley de 1912 permitía al Gobierno la posibilidad de cerrar
estaciones de radio en tiempos de guerra.
En 1948, las Naciones Unidas aprobaron la Declaración Universal de
Derechos Humanos, cuyo artículo 19 establece que: "Todo el mundo tiene
derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye la libertad
de mantener las propias opiniones sin interferencia y a buscar, recibir e
impartir información e ideas a través de los medios de comunicación sin
importar las fronteras". Pronto este derecho fue puesto a prueba o violado
por diferentes gobiernos.
En Europa, Dinamarca fue el primer país del mundo en contar con una
emisión radiofónica comercial sin permiso de las autoridades del país hacia el
que emitía. Esta emisión se llevaba a cabo desde un barco situado en aguas
internacionales. La emisora se llamaba Radio Mercur y comenzó a transmitir el 2
de agosto de 1958. Pronto los periódicos daneses comenzaron a llamarla
"radio pirata".
En los años 60, en Gran Bretaña el término empezó a referirse no solo al
uso no autorizado del espectro radiofónico público por emisores sin licencia
sino también al riesgo intrínseco que este tipo de emisiones entrañaban, al
llevarse a cabo estas emisiones en aguas internacionales desde barcos anclados
y plataformas marinas.
EL DEBATE SOBRE LAS
RADIOS PIRATAS
En nuestro país, el tema de las Radios Piratas han sido fuentes de
constantes debates. Jorge Acevedo, Exdirector Ejecutivo de la Coordinadora
Nacional de Radio, señaló en un coloquio sobre “Radios piratas en el Perú”, que
si todos tenemos derecho a opinar, entonces no tendríamos porqué necesitar un
permiso.
También señaló que la frecuencia del espectro de radio tiene un número
determinado. Las radios legales ocupan cada una un número. En el país, ese espectro está copado. Las
radios “pirata” o “bamba” son aquellas que cogen un número muy cercano al ya
ocupado, y se apropian de esa parte del espectro a pesar de que no está
predeterminado para ser usado. La pregunta de Acevedo es entonces: “¿Todas las
radios que no tienen licencia tienen vocación de informalidad o el Estado ha
llevado a que se creen estos problemas?”.
Ramón Pajares, coordinador de planificación y proyectos de la CNR, habla
de las radios ilegales en las provincias del Perú, y de su manipulación
política desde el gobierno. Dio el ejemplo de Bambamarca, pueblo de Cajamarca,
donde en las décadas de los setentas y ochentas se dio la fiebre de las radios
campesinas. Estas eran de fabricación
artesanal en AM, y transmitían aproximadamente a 10 Km. a la redonda. A
mediados de los años 80, cuando el APRA yacía en el poder, estas fueron
cerradas acusándolas de ilegales. La campaña que estaban haciendo contra el partido
los estaba perjudicando.
Otro caso es el de Radio La Voz Cainarachi (la voz de la selva), radio
que viene solicitando licencia hace cuatro años. El Ministerio de Transportes y
Comunicaciones se niega a darle licencia porque “no existen estudios de designación
de frecuencia en la zona”. Como vemos, se centra sólo en la parte técnica.
Entonces, a manera de resumen, ¿qué hace que existan tantas radios
“piratas” en el país? Primero, según
Pajares, la incapacidad del Ministerio de atender la demanda de otorgamiento de
licencias. Luego, algo muy concurrente
en Perú, la corrupción: existe un favor político en el otorgamiento de
licencias. Hay un entrampamiento legal y
control político. O como diría Pajares, una interpretación maliciosa de la ley
de radio y televisión. “Licencia vencida” o “en espera” son excusas bastante
útiles que usa el Estado para cerrar radios como Orión o la de Bambamarca. “Un
acto político de censura”, como dijo el experto. Los “piratas” no lo son porque quieren, sino
porque hay muchas trabas del Estado.
Adrián Menéndez, especialista de radio, concuerda con Pajares. En nuestro país hay un sinnúmero de
expedientes para sacar licencia, técnicamente no entran más radios en el
espectro del dial, entre otros. Menéndez
propone actualizar un plan nacional de frecuencias, es decir, ver cuántas
radios hay y cuántos espacios se pueden otorgar. Una vez más menciona que la
ley actual sólo regula el aspecto técnico. Debería regular también los
contenidos.
En mayo de 2012, los propietarios de estaciones de radio y televisión
local de todo el Perú se reunieron en Lima para
participar en el “Congreso Nacional de Radiodifusores Locales del Perú”.
En el marco de este Congreso se llevó a cabo la Primera Audiencia Pública
Nacional sobre Radiodifusión en coordinación con la Comisión de Transportes y
Comunicaciones del Congreso de la República.
Se tocó el tema la piratería radial. Realidad y problemas de la
informalidad en el servicio de radiodifusión en Lima y el interior del país.
Estrategias para combatir la ilegalidad en los servicios de radio y televisión.
La excesiva demora e incumplimiento de
los plazos y términos de Ley en la atención a los usuarios por parte de la
Dirección General de Autorizaciones en Telecomunicaciones, la Dirección General
de Control y Supervisión de Comunicaciones y la Oficina General de
Asesoría Jurídica del MTC, respecto a
los servicios de radiodifusión, tales como solicitudes de autorización,
renovación, transferencias, modificación de características, entre otros.
Dentro de sus conclusiones fueron: Solicitar a la Dirección General de
Control y Supervisión de Comunicaciones del MTC sancionar drástica y
ejemplarmente a las “radios piratas” que operan impunemente en distintas
localidades del interior del país, así como a los anunciantes de estas estaciones. La Ley Nº. 28278 y el Código
Penal establecen las sanciones, solo que nunca se aplican o no se cumplen.
Solicitar la regulación del uso y comercialización de los equipos de
trasmisión para los servicios de radiodifusión, sancionando también a los que
venden y proveen estos equipos a personas sin licencia para operar una
estación.
Solicitar a los Congresistas de la República, gestionar ante el
Ministerio Público la creación de fiscalías ad hoc en cada provincia o en cada
sede de las Estaciones de Control y Monitoreo del MTC para que actúen
permanentemente combatiendo esta ilegal actividad. Invocar al Fiscal de la Nación para que
imparta directivas precisas para estos casos.
Solicitar al Congreso de la República, modificar las normas sobre
sanciones contra la piratería radial y las radios legales. ¿Cómo es posible que
las sanciones sean más drásticas para las radios legales que para las radios
piratas?
OPERATIVOS DEL MTC
Actualmente en los operativos que lleva a cabo el Ministerio de Transportes
y Comunicaciones (MTC) para erradicar las estaciones de radiodifusión sonora
que operan clandestinamente, abusivamente se lleva a cabo el decomiso o
incautación de equipos como transmisores, consolas, antenas., etc., de aquellas que no cuentan
con títulos habilitantes, es decir, no
tienen licencias de funcionamiento.
De igual forma vienen alertando a las instituciones públicas y privadas
para que no otorguen publicidad a las radios piratas, bajo sanción de multa de
hasta 30 UIT.
UN PUNTO PARA EL
ANALISIS
El Presidente Humala en su Plan de Gobierno, señalaba que garantizaba la
distribución equitativa y plural de las frecuencias.
Actualmente no existen licitaciones públicas o autorizaciones para nuevas
frecuencias. Y esto hace que cada día el mapa de la comunicación radial se
concentre en menos manos. Emporios radiales, están monopolizando la radiofusión
en todas nuestras provincias, haciendo que en un futuro cercano también manejen
el poder de la información y las noticias de acuerdo a sus propios intereses, y
no de la comunidad.
En mayo de 2012, los propietarios de estaciones de radio y televisión
local de todo el Perú se reunieron en Lima para participar en el “Congreso
Nacional de Radiodifusores Locales del Perú”. A este evento también asistieron
los principales funcionarios del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, y
representantes de OSIPTEL, INDECOPI, APDAYC, UNIMPRO, CRUZ REPORT, entre otros
organismos públicos y privados que tienen relación con el trabajo y
funcionamiento de la radiodifusión en el Perú.
Y dentro de sus conclusiones básicamente llegaron a señalar que el
Ministerio de Transportes y Comunicaciones incumplía la Ley de Radio y
Televisión, por la excesiva demora e
incumplimiento de los plazos respecto a los servicios de radiodifusión, tales
como solicitudes de autorización, renovación, transferencias, modificación de
características, entre otros.
La pregunta ahora es, ¿Si el propio Ministerio de Transportes y
Comunicaciones no cumple con la Ley, como va a exigir que otros la cumplan? Las
radios piratas se establecen precisamente porque el propio ministerio no cumple
con la ley al otorgarles una frecuencia radial que se les ha solicitado.
Se debe de exigir que no se nos arrebate la comunicación, que es un
derecho fundamental, clave para la evolución de la sociedad, y de esta manera
nos quieran convertir en meros consumidores o espectadores de lo que unos pocos
deciden comunicar.
Se quiere que eso cambie y que los medios de comunicación surgidos de la
propia sociedad civil, tengan la suficiente solidez como para hacer incluir en
la agenda pública los asuntos de interés social. Y esto pasa por emitir
noticias con absoluta libertad de expresión.
Unas preguntas para terminar:
Para el Ministerio de Transportes y Comunicaciones: ¿Es mejor seguir persiguiendo
a las radios piratas, o es mejor hacer cumplir la Ley de Radio y Televisión,
otorgando y autorizando frecuencias radiales?
Para las radios legales con autorización: ¿Es mejor seguir acusando o denunciando
a las radios piratas o es mejor dedicarse a mejorar su programación, y de esta
forma tener más audiencia y mayor publicidad?