EN EL PERU DEBATIMOS Y LUCHAMOS POR TENER LA RECETA PARA SER POBRES

Cuántas veces se ha escuchado decir a los radicales izquierdistas, comunistas y ahora a los “nacionalistas” en plazas y calles: “HAY QUE REFUNDAR LA REPUBLICA”. Y por supuesto esto es aplaudido por las masas que desde hace un buen tiempo vienen recibiendo noticias tergiversadas sobre los avances en materia económica que atraviesa el país.

De igual forma vienen engañando a la población señalando que la CRISIS EN EL PERU se da por un factor determinante: “EL MODELO ECONOMICO”. Basan sus engaños en señalar que este modelo económico capitalista, liberal, ha traído explotación y más pobreza. Cosa más falsa e ignorante.

Para ilustrar a los lectores señalo que el modelo económico que imperó desde el golpe militar de Velasco Alvarado hasta el primer gobierno de Alan García Pérez, es decir casi 22 años, fue el MODELO ECONOMICO ESTATISTA, cuyo resultado fue catastrófico. Durante esa época se dio la reforma agraria que le hizo mucho daño a nuestro agro y que hasta ahora no podemos recuperarnos, se dio también la nacionalización de empresas cuyos resultados fueron más que todo pérdidas y el ingreso a sus planillas de mucha gente allegada a los partidos, y el empresariado privado dependía del Estado porque le proporcionaba el monopolio. En sí este modelo económico estatista proponía que el Estado debía ser el encargado de meterse y solucionar el problema de todos. Cosa más aberrante y jalada de los pelos.

En la década de los noventa se ponen las bases de un modelo económico capitalista y liberal que cambiaría y revolucionaría todo. Primero se cambió la Constitución Política obsoleta de 1979, que era una base para seguir en el subdesarrollo (leer el capítulo económico de aquella constitución), y luego se hizo algo impopular como privatizar las empresas públicas. Se reestructuró la SUNAT y se abrieron los mercados que hizo que este regulara los precios de la oferta y la demanda. Con estos cambios el Perú entró en un proceso de modernización y competitividad, las empresas privadas comenzaron a llegar e invertir en minería, gas, petróleo, agroexportación, transportes, comunicaciones, etc., y por ende el país comenzó a recaudar más por el tema de impuestos, el empleo comenzó a aumentar poco a poco y el crecimiento y las condiciones a futuro son positivas.

Lo que muchos no entienden es que recién este modelo económico va funcionando y bien, recuerden que esto se implementó en 1992, se fue acomodando de a pocos hasta la recesión de 1998-2001, luego de esa fecha se van consiguiendo logros económicos importantes, sino como se explica que hoy en el Perú las Regiones y los Gobiernos Locales tengan dinero y no sepan en que invertir por incapacidad de sus autoridades.

El problema de la exclusión y la pobreza ya no depende del MODELO ECONOMICO, que se entiende eso bien, debido a que este ha empezado a civilizar regiones y áreas de la economía y a articular mejor la estructura productiva y el interior del país. También ha tendido a reducir las desigualdades e insinúa ya los rasgos de la imagen que quisiéramos de una nación moderna y socialmente integrada y desarrollada.

El problema es del propio Estado que no tiene capacidad redistributiva y social y sus costosísimas regulaciones laborales, cargas impositivas y trámites inextricables, que obligan a los pobres a la clandestinidad económica o a migrar a espacios más libres. Con decir que ni siquiera los programas sociales de alivio a la pobreza han funcionado.

Según varios estudios realizados por importantes empresas la costa es una de las regiones que viene beneficiándose paulatinamente con el desarrollo de estas políticas económicas. Cuando se da la Reforma Agraria prácticamente el desarrollo que habíamos mantenido durante años se vino abajo, pues antes de la reforma, nuestras grandes haciendas exportaban sus productos a través de nuestros puertos que se volvieron importantes. Luego de la reforma y con la Constitución de 1979 prácticamente sepultamos el agro, debido a que no se permitía que las tierras estén en manos de privados, salvo sus únicos dueños que solo podían sembrar y producir.

Y como la experiencia nos enseñó, las pequeñas parcelas que se sembraban solo abastecían el mercado local y lo peor, los dueños de las parcelas se endeudaron y algunos perdían sus tierras y otros dejaron de sembrar. Las grandes haciendas del norte, por ejemplo, como Casagrande, Cartavio, etc., se vinieron abajo, más que todo por la corruptela que había en sus administraciones que eran de los propios trabajadores.

Bajo el actual modelo económico y con la Constitución de 1993, se abrieron las puertas para que el capital privado invierta en el agro, por ello estamos viendo que muchas empresas ya han empezado con el boom de la agroexportación. Por ello es solo cuestión de tiempo que el desarrollo y el bienestar lleguen a nuestra provincia. Si hemos esperado tanto tiempo porque no esperar unos años más, pues paulatinamente veremos las mejorías.

No nos dejemos engañar por ocasionales y estúpidos políticos que quieren sacar réditos políticos al engañar a la población al señalar que necesitamos el antiguo modelo económico, y por ende la antigua constitución de 1979. Este modelo está funcionando, de a pocos, pero está funcionando, y si es que hay que ajustar, pues hay que hacerlo, pero no podemos seguir jugando a cambiar procesos que nos están llevando por el mejor camino.

Hacia que país apuntan los radicales peruanos como modelo a seguir; nada más y nada menos que a Venezuela, Bolivia y Ecuador, que según ellos, están en el paraíso. FALSO. Precisamente estos países están desarrollando modelos económicos que nosotros ya nos ha costado pobreza y exclusión. Y claro, ese modelo apunta a fortalecer los programas sociales, punto base para tener a las masas de su lado, y desalentando a los emprendedores que quieren hacer empresas en sus propios países, para justamente generar empleo. Le dan beneficios al pobre por ser pobre, pero no les dan alternativas para dejar de ser pobres. Los están marginando y excluyendo más.

Y que hacen estos países cuando las cosas les van mal, por supuesto, echan la culpa a los países desarrollados, o al ya clásico “imperialismo”.

Justamente estas ideas vienen siendo difundidas a través de los medios de comunicación en casi todas las provincias del país, y los viejos comunistas salen de sus cloacas a tener vigencia nuevamente. Son invitados a las radios, escriben columnas en la prensa escrita, etc. Ellos mismos, lo que decían que la Unión Soviética era el paraíso y que la China era un país para vivir mejor. Que dirán ahora de la CHINA comunista que tuvo que cambiar al imperante modelo económico liberal para poder salir poco a poco de la pobreza que durante muchos años estuvo sumergida, y que apunta incluso a ser una gran potencia.

Por eso comparto con lo que ha señalado el vicepresidente Giampietri, que los empresarios deberían financiar ONGs direccionadas hacia el fortalecimiento de la democracia y la difusión del modelo económico. Si los empresarios reclaman estabilidad jurídica para sus inversiones, pues deberían empezar a trabajar en ese camino, porque lamentablemente en pocos años podemos tener una sorpresa electoral.

El bocinazo ya lo dio un congresista nacionalista, quien dijo que si censuraban a los ministros, iba ser el triunfo de las masas ante el actual modelo económico. Y excelente la intervención del Congresista Raúl Castro, quien dijo que su bancada apoyaba la censura porque este gobierno no ha defendido el modelo económico que nos ha sacado del atraso.

Por ello el gobierno debe ponerse los pantalones y no dejarse amordazar por estos radicales que quieren joder al país, y esto tiene que ser apoyado por los incapaces empresarios en el afán por tener estabilidad jurídica y económica a futuro.