LA EXTRAÑA MANERA DE FORMAR UNA MANCOMUNIDAD

El actual gobierno promulgó la Ley 29029, Ley de la Mancomunidad Municipal. El objetivo de esta ley es promover la asociación de dos o más municipalidades, colindantes o no, para promover y ejecutar obras para el mejoramiento de la calidad de los servicios a los ciudadanos. Para fomentar la asociatividad de municipalidades la ley también señala que se le dará prioridad a los proyectos presentados por éstas en la evaluación del SNIP, y ante la Cooperación Internacional.

El desarrollo de estas mancomunidades sin lugar a dudas a dado buenos resultados en varios lugares del territorio nacional, porque han promovido y ejecutado interesantes proyectos. Pero también hay que resaltar que muchas mancomunidades han funcionado cuando las municipalidades asociadas han sido dos y hasta tres. La razón es simple, pues es más fácil y menos burocrático coordinar y ponerse de acuerdo.

Si bien en teoría es una gran idea querer formar una gran mancomunidad conformada por las todas las municipalidades del Valle del Jequetepeque, en la propia realidad las cosas no pueden funcionar.

A veces querer tener como socios estratégicos a todos los distritos de las provincias de Pacasmayo y de Chepén, para de esta forma poder canalizar proyectos de gran envergadura podría funcionar siempre y cuando los involucrados tuvieran los mismos objetivos y lineamientos comunes, pero lamentablemente esto no existe.

Actualmente la Mancomunidad del Valle del Jequetepeque –MAVAJ, está naciendo chueca, con alcaldes que ni siquiera asisten para firmar el acta de constitución y la aprobación del reglamento, y también con alcaldes que dicen que no les avisaron para ser parte de esta mancomunidad y que tampoco la conformarían.

Esto es un sancochado, porque si los alcaldes no asisten y ni se ponen de acuerdo para siquiera firmar el acta de constitución, imaginemos como va a ser para reunirse constantemente para proponer y hacer el seguimiento a los proyectos de desarrollo.

Cuando alguien quiere buscar una sociedad con otro, lo primero que tiene que ver es si este tiene los mismos fines y objetivos que uno, si tenemos la misma afinidad de carácter y personalidad para trabajar, si contamos con recursos humanos profesionales, si los proyectos que podamos desarrollar sean de beneficios comunes, etc, es decir, tener tino y conocer con quien nos estamos asociando.

No podemos buscar una sociedad con el vecino, simplemente porque es nuestro vecino, y no saber si su aporte será importante para la sociedad. La buena voluntad existe, pero que podemos esperar de una asociación de municipalidades donde los propios asesores legales no saben redactar bien una acta de constitución, cometiendo errores garrafales.

El alcalde de Guadalupe debió prever esto, saber con quienes se está asociando, porque eso le hace mal a la imagen que pueda tener esta mancomunidad, y también a la propia municipalidad de Guadalupe que la conforma. El Alcalde de Pacanga, por ejemplo, ya salió a decir que ese distrito conforma la Coordinadora de Desarrollo de la Cuenca Jequetepeque, y que no sabe porqué la Municipalidad de Pacanga aparece como miembro de la Mancomunidad del Valle del Jequetepeque. El Alcalde de Chepén también ha salido a decir que ni siquiera ha sido invitado a la mancomunidad, además que al igual que Pacanga, pertenece a la Coordinadora de Desarrollo de la Cuenca Jequetepeque.

Las patinadas en la formación de la Mancomunidad del Valle del Jequetepeque han sido constantes, y por ello debe hacerse una reestructuración de todo si es que se quiere seguir con esta idea. Aunque el Alcalde Mora ha señalado al Diario Ultimas Noticias que la mancomunidad ya está en pleno funcionamiento, cuando en realidad ni siquiera la Presidencia del Consejo de Ministros, a través de la Secretaría de Descentralización ha emitido una resolución de aprobación de esta mancomunidad que tiene que ser publicada en el Diario “El Peruano”.

Creo conveniente que nuestra municipalidad de Guadalupe promueva formar una mancomunidad con otras dos municipalidades más, algo que se pueda manejar de manera ágil, sin tanta burocracia, donde se promuevan proyectos eficaces y concretos, porque tampoco es cierto que mientras más municipalidades formen una mancomunidad, más prioridad van a tener en el presupuesto. Ya dice el dicho, el que mucho abarca, poco aprieta.